Estrategia vital: Llevar las criptomonedas al “Gold Standard”
En 2017, cuando el precio de Bitcoin alcanzó la paridad con el oro (por onza), la criptomoneda atrajo la atención de los inversores del preciado metal en todo el mundo por primera vez. Sin embargo, la paridad fue corta, ya que Bitcoin ha perdido drásticamente su valor desde entonces. Hasta el año 2018, Bitcoin ha reducido su precio en más del 50 por ciento.
La antigua estabilidad del oro, sin embargo, ha sobrevivido a las pruebas del tiempo, proporcionando un valor real a todas las inversiones. Los precios del oro han aumentado en forma ascendente desde 2011, y se espera que brinden una oportunidad de ganancias del 300 por ciento para 2020, ya que los inversores huyen al oro como un refugio seguro frente a la incertidumbre del mercado y la agitación política.
La idea de una moneda digital de oro siempre ha tenido un atractivo para aquellos que buscan un sistema de pago alternativo, mucho antes de la era de la tecnología bitcoin y blockchain. E-Gold se convirtió en la primera moneda digital totalmente respaldada por el oro en 1995. En su apogeo, millones de personas en todo el mundo estaban usando este servicio en cientos de países.
Sin embargo, al igual que otras plataformas similares que surgieron durante el tiempo, la caída de E-Gold fue inevitable. A medida que aumentaba el número de usuarios, los servidores se colapsaban bajo la creciente carga de tráfico, las transacciones colgantes y los usuarios frustrados fueron unas de las tantas causas del desplome de E-Gold.
El último clavo para el ataúd
Los estafadores cibernéticos también entraron en escena, lanzando una serie de ataques de phishing contra usuarios, engañando a miles de ellos para que revelaran sus contraseñas de E-Gold antes de agotar las cuentas.
Además, el sistema utilizado para actividades malintencionadas, como el lavado de dinero, donde los usuarios podían anónimamente permitir a los usuarios abrir cuentas y transferir fondos sin rastro a cualquier parte del mundo, sería el detonante definitivo para la desaparición de E-Gold.
La tecnología Blockchain y la digitalización de oro
Aunque el concepto detrás de la digitalización de oro para transacciones puede no ser nuevo, los avances en tecnología han permitido la realización de este concepto mejor que nunca. La tecnología Blockchain, por ejemplo, permite transacciones entre pares rápidas, seguras y transparentes, visibles en libros de contabilidad distribuidos en todo el mundo.
Todas las transacciones se registran y se ponen a disposición en un libro de contabilidad público, lo que ayuda a verificar la autenticidad y evita el fraude. La tecnología subyacente que facilita estas transacciones y elimina la necesidad de un intermediario es la cadena de bloques.
Almacenando en miles de servidores en todo el mundo; la capacidad de la tecnología blockchain es ilimitada, lo que permite que millones de transacciones se realicen en segundos en todo el mundo.
Esto presenta una oportunidad sin precedentes para combinar la antigua fiabilidad del oro como un almacén de valor con la eficiencia de la cadena de bloques como medio de intercambio. En la actualidad, más de 1.500 criptomonedas se comercializan en unos 190 intercambios en todo el mundo.
Muchos de estos están respaldados por una amplia variedad de recursos que incluyen moneda fiduciaria, petróleo, derechos de autor, e incluso memes. No hace falta decir que el oro emerge como un líder en la búsqueda de un activo confiable para formar la base de las criptomonedas.
¿Qué otros factores deben entrar en juego para salvaguardar esto como un éxito?
Para que una criptomoneda basada en oro sea adoptada ampliamente, debe asegurar la liquidez que promete lograr. Esto solo puede hacerse a través de una asignación 1:1, con cada moneda representando una cantidad física de oro, asegurada en bóvedas seguras en todo el mundo. Esto permite un evento de liquidez en los tokens y las monedas, lo que permite a los inversores elegir salir o continuar participando a medida que los activos forman su punto de precio.
Para alejar esta moneda de ser solo una inversión a un medio de intercambio utilizable, también es fundamental asegurarse de que los usuarios puedan gastar este oro digitalizado como moneda fiduciaria a través de una tarjeta de débito, tan ampliamente aceptada como Visa o MasterCard.
Para desafiar la ley de Gresham y superar las fallas de otras monedas respaldadas por activos, también es importante incentivar las transacciones y asegurar un movimiento constante dentro del sistema. Esto se puede hacer adjuntando un sistema de rendimiento multifacético único que promueve el intercambio y comparte equitativamente la riqueza generada de acuerdo con la participación y la velocidad del capital.
Al unir estos factores, el potencial de una criptomoneda basada en el oro es enorme. No solo abordará la creciente volatilidad en el mercado de las criptomonedas, sino que también permitirá que el oro se abra paso en un sistema monetario con uso internacional, lo que hace que las criptomonedas alcancen el estándar de oro en el que deben estar.